La sobreexplotación pesquera es un hecho. Los caladeros de todo el mundo se están agotando por tres motivos principales: por el exceso de pesca, el uso de métodos pesqueros que destruyen el hábitat y el ecosistema de las especies pescadas y la captura de ejemplares juveniles que no han alcanzado la madurez y no permiten la regeneración reproductiva de los bancos de peces.
Los organismos estatales e internacionales de control de la pesca deben velar por el cumplimiento de los periodos de veda, por evitar el uso de sistemas agresivos de pesca y por sancionar la captura de pescado que no ha alcanzado la madurez. Estas acciones nos asegurarán el futuro del pescado que consumimos.
Pero los ciudadanos también podemos ayudar con pequeñas acciones a la conservación de los caladeros pesqueros. Si se capturan ejemplares jóvenes, que no alcanzan las medidas mínimas, es porque éstos tienen salida en el mercado. No debemos aceptar el pescado que no da la talla, ni en las pescaderías ni en los establecimientos de hostelería y restauración. Contribuye a salvar la vida marina. Cuando vayas al mercado, cuando pidas tapas en un bar o la cena en un restaurante, no aceptes pescado que no dé la talla. Harás volar una mariposa azul por el mar.
Tallas mínimas de pescado en los caladeros del Mediterráneo aquí.